La reciente crisis tecnológica mundial, desatada el viernes pasado, amenaza con agravar la ya delicada situación económica de Australia, incrementando los precios de los productos cotidianos y profundizando la crisis del costo de vida. Según expertos, la caída de los sistemas de Microsoft ha generado un impacto considerable en la cadena de suministro, afectando especialmente al sector del transporte.
Impacto en la cadena de suministro y el transporte
Sanjoy Paul, profesor asociado de Operaciones y Gestión de la Cadena de Suministro de la UTS, y Towfique Rahman, profesor de Innovación y Estrategia Empresarial de la Universidad Griffith, han advertido sobre las repercusiones de la interrupción tecnológica en las redes de envío, servicios de carga aérea y logística de transporte. “Los sistemas de transporte se vieron gravemente afectados”, señalaron los académicos en un artículo publicado en La Conversación.
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Los expertos subrayaron que la interrupción global de los sistemas informáticos, provocada por una actualización defectuosa de software de la empresa de seguridad tecnológica CrowdStrike, podría tener efectos dominó significativos. La compañía de reparto Parcelhero, por ejemplo, ha advertido que la recuperación completa del transporte aéreo podría tardar días o incluso semanas.
Crisis preexistentes agravadas
Antes de la interrupción de CrowdStrike, las cadenas de suministro globales ya estaban bajo presión debido a la pandemia de COVID-19, los cierres de fronteras y los confinamientos que paralizaron el comercio. A esto se sumaron la invasión rusa de Ucrania y las tensiones comerciales entre Australia y China, exacerbando aún más los problemas logísticos.
Australia, que depende en gran medida del transporte marítimo y aéreo para el suministro de bienes esenciales, se ha visto particularmente afectada. Los ataques de los rebeldes hutíes en el Mar Rojo han obligado a los buques a tomar rutas más largas, incrementando los costos de transporte. Paul Zali, director de Freight and Trade Alliance, destacó que los recientes problemas en la cadena de suministro han sido denominados “bebé COVID”, en referencia al aumento de costos similar al experimentado durante la pandemia.
Repercusiones económicas y sociales
El impacto de la crisis tecnológica se siente en todos los niveles de la economía australiana. Desde confitería hasta productos médicos y artículos de lujo, los consumidores enfrentarán aumentos de precios debido a los mayores costos de transporte. El índice Drewry’s World Container, que mide los precios de los contenedores, se ha más que duplicado desde principios de mayo, reforzando las preocupaciones sobre la inflación inducida por el transporte marítimo.
El Ministro Adjunto de Comercio, Tim Ayres, enfatizó la vulnerabilidad de Australia debido a su ubicación geográfica y dependencia del comercio internacional. “Dependemos del comercio con el mundo, por lo que esto tiene un efecto en Australia”, afirmó Ayres. Las terminales de contenedores congestionadas en Singapur y Malasia tienen un impacto directo en las importaciones y exportaciones australianas.
Medidas gubernamentales y perspectivas futuras
El gobierno australiano se enfrenta al desafío de mitigar las presiones inflacionarias mientras busca mantener la estabilidad económica. El senador Ayres señaló que el enfoque del gobierno está en lograr superávits presupuestarios y aliviar el costo de vida sin aumentar la inflación. Sin embargo, las recientes cifras de inflación, que registraron un aumento mayor al esperado en mayo, han alimentado los temores de nuevas subidas en las tasas de interés.
La próxima reunión del Banco de la Reserva de Australia en agosto será crucial, ya que podría decidir un nuevo aumento de las tasas de interés para contrarrestar la inflación. La situación subraya la necesidad de políticas y acciones coordinadas para enfrentar las crisis logísticas y económicas.
Fuente: Surge Radio
