El transporte marítimo de contenedores ha estado en el centro de un debate crítico sobre las emisiones de carbono, especialmente en un contexto de incertidumbre geopolítica y cambios en las rutas comerciales. A pesar de los desafíos persistentes debido al conflicto en la región del Mar Rojo y los desvíos en torno al Cabo de Buena Esperanza, la situación ha mostrado una ligera mejora en el segundo trimestre de 2024. Según el Índice de Emisiones de Carbono (CEI), la puntuación global ha descendido a 98,6 puntos, un 8,3% inferior a la del primer trimestre de este año. Este descenso, aunque modesto, marca una vuelta a cifras por debajo de los 100 puntos, una marca significativa en el contexto actual.
La Lenta Recuperación: ¿Qué Está Impulsando el Cambio?
El CEI, que mide las emisiones de CO2 por tonelada de carga transportada, ha mostrado una ligera mejora tras el primer trimestre de 2024, cuando la puntuación alcanzó 107,5 puntos. Este índice se estableció con un punto de referencia de 100 en el primer trimestre de 2018, por lo que cualquier puntuación superior a 100 indica emisiones más altas que en 2018. La reciente disminución se atribuye en parte a los itinerarios que no se vieron afectados por el conflicto en el Mar Rojo. Estos itinerarios han logrado alcanzar sus puntuaciones CEI más bajas hasta la fecha, lo que ha contribuido a la mejora global.
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Rutas de Alto Rendimiento y Desafíos Persistentes
La ruta con mejores resultados en el segundo trimestre de 2024 es la que conecta la Costa Oeste de EE.UU. con el Lejano Oriente, con una puntuación de 68,5 puntos. Esta es la única de las 13 principales rutas analizadas que ha logrado bajar de 70 puntos, marcando un hito significativo. La mejora en esta ruta se debe principalmente al aumento en el tamaño de los buques que operan en ella, que ahora tienen un tamaño medio de 9.800 TEUs, después de haber alcanzado los 10.000 TEUs a finales de 2023. Los buques más grandes ofrecen economías de escala, lo que reduce el costo y las emisiones de carbono por tonelada de carga transportada.
Por otro lado, las tres rutas de larga distancia más afectadas por el conflicto en el Mar Rojo han visto un aumento en sus emisiones. Las rutas desde el Lejano Oriente al norte de Europa, el Mediterráneo y la Costa Este de EE.UU. han experimentado un empeoramiento en sus puntuaciones CEI en comparación con el primer trimestre de 2024. La ruta del Lejano Oriente al Mediterráneo, en particular, ha visto un aumento significativo, con un CEI de 145,6 puntos, lo que representa un 64% más que en el segundo trimestre de 2023.
Factores Contribuyentes y Perspectivas Futuras
El aumento en las emisiones de las rutas afectadas se debe en parte a un aumento en las distancias medias de navegación y una disminución en el tamaño de los buques. Aunque algunas embarcaciones aún navegan por el Mar Rojo, el desvío hacia rutas más largas ha resultado en mayores emisiones. Además, la disponibilidad limitada de buques de mayor tamaño ha llevado a las líneas navieras a utilizar embarcaciones más pequeñas, aumentando las emisiones por tonelada.
A pesar de estos desafíos, hay indicios de mejora. Según Xeneta, la entrega de nuevos buques más eficientes en términos de carbono y la disminución de la congestión en las cadenas de suministro marítimo podrían contribuir a una reducción en las emisiones. La disminución de la presión en las cadenas de suministro, junto con la posible disminución de las tarifas spot, podría incentivar a las líneas navieras a reducir la velocidad de navegación, lo que a su vez podría mejorar la eficiencia y reducir las emisiones.
El descenso en el CEI en el segundo trimestre de 2024 es un indicio positivo, pero la lucha contra las emisiones de carbono en el transporte marítimo está lejos de terminar. Aunque algunos itinerarios han mostrado mejoras, las rutas afectadas por el conflicto en el Mar Rojo continúan enfrentando desafíos significativos. La colaboración entre las partes interesadas, la inversión en tecnología más limpia y una planificación estratégica serán cruciales para lograr una reducción sostenida en las emisiones de carbono. En última instancia, la industria del transporte marítimo debe enfrentar estos desafíos con una combinación de innovación y adaptabilidad para lograr un impacto positivo en el medio ambiente y en la eficiencia del transporte global.
Fuente: Mundo Marítimo