Guerra comercial golpea al transporte global: carga en contenedores cae a niveles de la pandemia
El comercio internacional comienza a experimentar los efectos concretos de la renovada guerra comercial impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. De acuerdo con un informe de Freightos, plataforma digital especializada en transporte de carga, las navieras están cancelando viajes a gran velocidad ante la fuerte caída en la demanda, en un escenario que recuerda los momentos más duros de la pandemia de COVID-19.
Una caída similar a la crisis sanitaria
A pesar de que se han anunciado exenciones arancelarias para algunos productos electrónicos, incluidas exportaciones chinas con un gravamen del 145%, el comercio entre China y Estados Unidos sigue retrocediendo desde comienzos de abril. El informe advierte que varios buques salen de China con solo el 50% de su capacidad, reflejando una contracción notable de la demanda.
Además, las compañías navieras están recortando rutas para reducir costos, enfrentando costos operacionales que se han más que duplicado. Esto ocurre mientras los importadores, respaldados por altos niveles de inventario, optan por esperar la implementación total de los aranceles en vez de acelerar los envíos.
Impacto global y proyecciones sombrías
La situación no solo afecta al comercio bilateral entre las dos principales economías del mundo. La Organización Mundial del Comercio (OMC) proyecta una contracción del 1,5% del comercio mundial de bienes este año, mientras que las importaciones estadounidenses podrían caer más del 10% en la segunda mitad de 2025.
En línea con estas previsiones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el crecimiento global se desacelerará desde un 3,3% en 2024 a 2,8% en 2025, con solo una leve recuperación al 3% en 2026. Estas cifras reflejan tanto los impactos directos de los nuevos aranceles como la creciente incertidumbre política internacional.
En Estados Unidos, la confianza del consumidor ha disminuido y las expectativas de inflación aumentan, configurando un panorama económico aún más complejo.
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Desvío hacia Europa y riesgos de congestión
Una diferencia importante con la pandemia es que, mientras se reducen los viajes marítimos entre Asia y EE.UU., se ha observado un incremento en la demanda de rutas hacia Europa. Freightos indica que algunos pedidos originalmente destinados a Estados Unidos están siendo redirigidos al mercado europeo, lo que podría desbordar los puertos del continente, ya presionados por desafíos logísticos existentes.
Ante esto, la Comisión Europea ha comenzado a monitorear de cerca las importaciones chinas, para evitar que un alza repentina sature su infraestructura portuaria.
China responde con represalias
En respuesta a los nuevos aranceles estadounidenses, China ha impuesto restricciones al comercio con EE.UU., marcando una postura firme frente a la presión internacional. Mientras otros países optan por negociar con Washington para reducir barreras, Beijing insiste en la eliminación total de los gravámenes.
El transporte aéreo también se ve afectado
El impacto de la disputa comercial también se extiende al transporte aéreo. A partir del 2 de mayo, empresas como UPS, FedEx y DHL comenzarán a aplicar recargos a las importaciones provenientes de China, lo que ya está generando alzas de precios en plataformas como Temu y Shein dirigidas al consumidor estadounidense.
Con un escenario cada vez más tensionado, el comercio internacional entra en una nueva fase de reajuste, con repercusiones que van desde el transporte marítimo hasta el aéreo, y con posibles impactos en la economía global a mediano plazo.