Javier León Iribarren, gerente de Logística de Telefónica en Chile, que en el país opera bajo la marca Movistar, explicó a País Circular los esfuerzos que se realizan para que los equipos móviles y fijos, así como los cables y otros materiales puedan ser reutilizados o reciclados, con la colaboración de servicios especializados, como es el caso de la empresa de minería urbana Midas.
En Chile hay más de 26,5 millones de teléfonos celulares operativos, es decir, como 1,4 celulares por persona, según datos del INE. Asimismo, conexiones a internet hay 4,5 millones fijas y 22,7 millones móviles, de acuerdo a cifras de la Subtel. Toda la conectividad que esto permite requiere de un amplio despliegue de conexiones por cable o fibra óptica, así como una gran cantidad de equipamiento, desde grandes antenas hasta pequeños chip, pasando por cables de un sinfín de tipos y tamaños.
Como se trata de tecnologías que avanzan rápidamente, hay cambios frecuentes tanto en las instalaciones como en los equipos, lo que genera una serie de residuos que, no obstante, pueden ser muy valiosos si se recuperan.
Dicha recuperación implica toda una logística, llamada “de reversa” o “inversa”, que permite a las empresas hacer economía circular, dando un nuevo uso a esos materiales, ya sea reutilizando, reparando, o reciclando.
Para conocer cómo se realiza la logística inversa en la industria de las telecomunicaciones, conversamos con Javier León Iribarren, gerente de Logística de Telefónica en Chile, empresa que opera en el país bajo la marca Movistar. En esta entrevista con País Circular, León explica que uno de los grandes desafíos tiene relación con la renovación tecnológica de las redes, para lo cual están reemplazando con fibra óptica una gran cantidad de cables con componentes de cobre, donde es fundamental el control y trazabilidad de todo el proceso de recuperación.
-¿Cómo se inserta la logística de reversa en las operaciones de Telefónica en Chile?
Cuando hablamos de logística de reversa, está la tradicional, que consiste en las devoluciones o sobrantes de proyectos que vuelven a ser almacenados para nueva disposición o recambios, algo propio de la cartera de productos desde nuestros puntos de venta.
Pero hay una logística inversa que va orientada a la recuperación de materiales y equipos para volver a ser utilizados o, en su defecto, para darles una utilidad distinta.
Tenemos la logística de reversa de los dispositivos móviles, para lo cual hay toda una maquinaria armada para la recuperación de equipos y darles un tratamiento para extender su vida útil y volverlos a poner a la venta en un formato de seminuevos o usados.
Además, se da muy fuerte la logística inversa para la recuperación de equipos y dispositivos que instalamos en la casa de nuestros clientes, para los servicios de comunicaciones fijas -banda ancha hogar, televisión, etc.-, eso demanda equipamiento en los domicilios, y cuando el cliente solicita dar de baja su servicio hay todo un proceso de recuperación de esos equipos. Tenemos distintas vías, desde el retiro a pedido en el domicilio del cliente, hasta la posibilidad de que pueda llevarlo a una sucursal o dejarlo en otros lugares habilitados. Esos equipos recuperados pasan por un tratamiento de remozamiento y reacondicionamiento, que va desde lo cosmético hasta el cambio de ciertas partes y piezas, para que se vuelvan a utilizar.
Paralelamente, tenemos los sobrante de los retiros de los recambios tecnológicos que hacemos en nuestra red. Quizá ahí lo más significativo y notorio tiene que ver con el proceso de cambio de la tecnología es que estamos evolucionando a fibra óptica, que reemplazo de la tecnología antigua que se basaba en el despliegue de cables con componentes de cobre. Ahí se abre un nuevo frente junto a la logística inversa, que es el tratamiento de ese material, donde hay toda un operación montada para el retiro de esos cables, su seguimiento, tratamiento y disposición final. De ese tratamiento se obtienen tres materiales a los que se da un nuevo uso: plástico, aluminio y cobre.
-¿Cómo logran la recuperación de los dispositivos móviles?
Tenemos varias instancias. Promovemos planes donde se da la posibilidad al cliente de que entregue su equipo usado como parte de pago de uno nuevo. Del total de equipos recuperados, la mayor parte se vuelve a poner a la venta y el resto se trata como residuo electrónico. También tenemos campañas de concientización para que los equipos antiguos, si el dueño ya no lo quiere, lo deposite en buzones o los lleven a sucursal. También ocurre que hay devoluciones de equipos porque el cliente no quedó conforme, o no le gustó, y a ese equipo -como fue manipulado- hay que darle un tratamiento para volver a ponerlo a disposición; además, tenemos servicio técnico propiamente tal para reparación o soporte técnico.
También buscamos la devolución de los cables y cargadores, les hacemos el remozamiento para reutilización, y si no cumple con las condiciones para volver a ser utilizado se le da salida a través de las empresas habilitadas y que certifican su reciclaje. Hay un gran esfuerzo por evitar que ese material se vaya al relleno sanitario.
“Hay una logística inversa que va muy orientada a la recuperación de materiales y equipos para volver a ser utilizados o, en su defecto, para darles una utilidad distinta”.
Fuente: Pair Circular
Imagen: Interempresas
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