En un contexto marcado por la incertidumbre y los desafíos, el transporte marítimo de contenedores ha alcanzado cifras históricas. En mayo, la demanda global de transporte marítimo de contenedores alcanzó un récord sin precedentes con 15,9 millones de TEUs (unidades equivalentes a veinte pies) enviados a nivel mundial, superando el récord anterior de 15,7 millones de TEUs establecido en mayo de 2021, durante el auge de la pandemia. Según datos de Container Trades Statistics, la cifra acumulada hasta mayo registró 74 millones de TEUs enviados, sobrepasando el récord de 2021 en 0,15 millones de TEUs y excediendo en 5,2 millones a los primeros cinco meses de 2023.
Aunque las cifras podrían sugerir un panorama positivo, la realidad es más compleja. Emily Stausbøll, analista sénior de transporte marítimo de Xeneta, describe la situación como una “tormenta perfecta de presión sobre las cadenas de suministro oceánico”. Los desvíos de rutas alrededor de África y la grave congestión portuaria en Asia y Europa han creado un escenario caótico. “Es impresionante que las redes navieras mundiales hayan podido transportar este enorme volumen de contenedores en circunstancias tan desafiantes”, señala Stausbøll.
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El impacto de esta situación se refleja en el aumento exorbitante de las tarifas spot. En la ruta fronthaul desde el Lejano Oriente al norte de Europa, las tarifas han aumentado casi un 150% desde finales de abril. Hacia la costa este y oeste de EE. UU., los incrementos han sido de un 132% y un 140%, respectivamente, en el mismo periodo. Estas alzas son resultado directo de la alta demanda y la capacidad limitada causada por la Crisis del Mar Rojo y otros factores.
El aumento de los volúmenes globales en 2024 se debe en gran medida a las exportaciones récord desde China. En mayo, China exportó 6,2 millones de TEUs, representando el 39% del volumen mundial de contenedores en dicho mes. Casi una cuarta parte de estos se enviaron a Europa y a la costa este de EE. UU., regiones afectadas por las mayores distancias de navegación alrededor de África. Esta situación recuerda el escenario durante la pandemia, donde la alta demanda global permitió a las líneas navieras elegir qué contenedores embarcar, obligando a importadores y freight forwarders a pagar tarifas y recargos más altos.
En respuesta a la alta demanda, las líneas navieras están redistribuyendo su capacidad desde rutas más pequeñas hacia las más lucrativas de mayor demanda, reduciendo inevitablemente la capacidad en las rutas menores y elevando las tarifas spot en estas. Los importadores están preocupados, observando volúmenes récord antes de la temporada alta tradicional en el tercer trimestre. Este nerviosismo podría llevar a decisiones precipitadas, exacerbando la situación.
Stausbøll advierte que esta situación no puede prolongarse indefinidamente. Aunque la combinación de alta demanda y nerviosismo de los propietarios de carga podría mantener la demanda elevada en los próximos meses, “debe haber un límite a la duración de los niveles récord de demanda”. Desde la perspectiva de la oferta, la congestión portuaria en Singapur está mejorando, y la entrega continua de nuevos buques está aumentando la capacidad disponible, aunque la congestión se ha extendido a otros puertos importantes.
La solución obvia para resolver esta situación es un retorno a gran escala de los buques portacontenedores al Canal de Suez. Sin embargo, no hay perspectivas reales de que esto suceda en el futuro cercano. Mientras tanto, una mejora en la congestión portuaria y una menor demanda podrían ser suficientes para regresar a una forma de estabilidad temporal.
El récord histórico en la demanda de transporte marítimo de contenedores en mayo es un hito significativo, pero también subraya las complejidades y desafíos actuales en las cadenas de suministro globales. La Crisis del Mar Rojo y la congestión portuaria han creado un entorno difícil, reflejado en las tarifas elevadas y la redistribución de la capacidad naviera. A medida que el mundo navega estos desafíos, la búsqueda de soluciones a largo plazo y la adaptación a las condiciones cambiantes serán cruciales para mantener la estabilidad en el transporte marítimo y el comercio global.
Fuente: Mundo Marítimo