Los scooters eléctricos se han convertido en una opción de movilidad urbana cada vez más popular entre los chilenos, tanto a través de aplicaciones de pago como a través de la compra directa. Sin embargo, su creciente uso ha generado preocupaciones tanto en términos de seguridad vial como de cumplimiento de la normativa existente.
Desde su introducción en Chile hace seis años, los scooters eléctricos han experimentado un aumento significativo en la demanda. Empresas como Lime, Whoosh y Expedio han desplegado miles de vehículos en las calles de Santiago y otras ciudades del país, ofreciendo a los usuarios una alternativa de transporte ágil y conveniente para viajes cortos.
A pesar de su popularidad, el uso de scooters eléctricos ha planteado desafíos en términos de convivencia vial y cumplimiento de la ley. Aunque estos vehículos están regulados por la Ley de Convivencia Vial, que establece normas para su circulación y equipamiento de seguridad, muchos usuarios desconocen estas regulaciones o no las respetan.
Según datos de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), se reportaron 510 accidentes por scooters eléctricos en todo el país desde enero de 2023 hasta diciembre del año pasado, concentrándose principalmente en la Región Metropolitana. A pesar de estos incidentes, la fiscalización y el cumplimiento de la normativa son todavía áreas pendientes.
Los scooters eléctricos son agrupados junto a otros vehículos como bicicletas, skates y patines en la categoría de “ciclos” según la Ley de Convivencia Vial. Esta legislación establece que los scooters eléctricos deben circular por ciclovías o por el lado derecho de la calzada, pero muchos usuarios desconocen estas reglas o no las cumplen.
Además, la falta de elementos de seguridad, como cascos y luces, y el estacionamiento indebido de los scooters, contribuyen a la inseguridad vial y al entorpecimiento del tránsito peatonal.
A pesar de estos desafíos, el uso de scooters eléctricos sigue en aumento, con un incremento del 179% en las importaciones durante 2019 en comparación con el año anterior. Marcas como Xiaomi han experimentado un aumento del 50% en los pedidos de scooters eléctricos en el último año, reflejando la creciente demanda de este tipo de vehículos.
Ante esta situación, tanto las autoridades como las empresas de transporte han destacado la importancia de la educación y la concientización de los usuarios para garantizar una convivencia vial segura. Las municipalidades han implementado campañas de seguridad y regulaciones específicas para abordar los desafíos asociados al uso de scooters eléctricos en las ciudades chilenas.
En conclusión, si bien los scooters eléctricos ofrecen una alternativa de movilidad urbana conveniente, su creciente popularidad plantea desafíos importantes en términos de seguridad vial y cumplimiento de la normativa. Es fundamental que tanto los usuarios como las autoridades trabajen juntos para abordar estos desafíos y garantizar un entorno vial seguro para todos.