Durante el primer trimestre de 2023, la cuenta corriente registró un superávit de US$752 millones. Con ello, el déficit acumulado en un año se ubicó en 6,9% del producto interno bruto (PIB), informó esta mañana el Banco Central.
El resultado se explica por el saldo positivo de la balanza comercial de bienes, en tanto, la balanza comercial de servicios y las rentas fueron deficitarias.
Por su parte, la cuenta financiera registró salidas netas de capital por US$2.571 millones, reflejando, principalmente, la inversión de cartera de los Fondos de Pensiones y la inversión en depósitos por parte de Bancos y Empresas, en el exterior.
Al cierre de marzo 2023, la posición de inversión internacional (PII) neta aumentó marginalmente su saldo deudor respecto del trimestre precedente, hasta ubicarse en US$55.675 millones. El resultado respondió a la apreciación del peso chileno con respecto al dólar, lo cual fue compensado por la cuenta financiera y por el efecto precio asociado al buen rendimiento de las bolsas internacionales.
Por su parte, la deuda externa aumentó hasta ubicarse en US$223.842 millones, debido a las apreciaciones del peso chileno y euro con respecto al dólar, junto a mayores valorizaciones de los bonos.
En tanto, la deuda externa de corto plazo residual1 / se ubicó en US$64.536 millones, principalmente por compromisos de pagos en los próximos doce meses, de los sectores Bancos y Empresas.
Balanza comerciales de bienes
La balanza comercial de bienes registró un superávit de US$7.586 millones, como resultado de un alza de las exportaciones y de la caída de las importaciones, en relación con el primer trimestre del año anterior.
Los envíos de bienes se ubicaron en US$27.108 millones, lo que representa un aumento interanual de 11,0%; el incremento fue de 10,8% en términos de precios, y de 0,2% en términos de volumen. El resultado fue liderado por las exportaciones mineras e industriales.
Las exportaciones mineras crecieron 8,6%, ubicándose en US$14.324 millones. El resultado fue determinado por el incremento en las exportaciones de carbonato de litio. En contraste, los envíos de cobre cayeron, principalmente en respuesta a menores exportaciones de cátodos.
Los envíos industriales crecieron 12,9%, ubicándose en US$9.360 millones. El mayor impulso provino de la industria química, donde destacaron los aceites combustibles y productos derivados del litio. También destacó la contribución de la industria alimenticia, donde se distinguieron los envíos de salmón y de carne de cerdo.
Por su parte, los envíos de productos agropecuarios, silvícolas y de pesca extractiva crecieron 16,6%, alcanzando los US$3.424 millones. Las cifras se explican por mayores exportaciones de fruta, en particular, de cereza y uva.
A su vez, las importaciones de bienes alcanzaron un total de US$19.522 (FOB) y US$21.140 millones (CIF).
Con respecto al mismo periodo del año anterior, y considerando los resultados en términos CIF, las importaciones cayeron 18,7%, reflejando una disminución de 20,8% en términos de volumen; en tanto, se registró un alza de 2,6% en precios. La caída de las importaciones se observó a nivel de todas las agrupaciones, siendo liderada por las de bienes de consumo e intermedios.
Las internaciones de bienes de consumo cayeron en 32,6%, ubicándose en US$5.235 millones. Con excepción de los medicamentos, la caída fue generalizada dentro de la agrupación, distinguiéndose, principalmente, las menores importaciones de vestuario, automóviles y electrodomésticos.
Las importaciones de bienes intermedios disminuyeron 13,4%, totalizando US$11.737 millones. La caída se explica por menores importaciones de la agrupación de productos no energéticos, particularmente metálicos y químicos. En tanto, las internaciones de bienes energéticos crecieron incididas principalmente por las de gas natural y petróleo.
Por su parte, las importaciones de bienes de capital cayeron 11,2%, registrando un nivel de US$4.168 millones. El resultado se explica, principalmente, por menores compras de maquinarias y de camiones y vehículos de carga.
Balanza comercial de servicios
La balanza de servicios registró un déficit de US$2.637 millones. Las exportaciones aumentaron 40,2% y las importaciones cayeron 8,5%, ubicándose en US$2.655 y US$5.292 millones, respectivamente.
El resultado de las exportaciones fue liderado por el componente de viajes, que creció en línea con la recuperación del turismo receptivo en Chile, tras la liberación de las restricciones sanitarias transfronterizas. Aunque con menores incidencias, también destacó el alza de los servicios aéreos de transporte de pasajeros y de arrendamiento.
En tanto, la caída en las importaciones se explica por menores servicios de transporte marítimo, en línea con el menor precio internacional de fletes. Dichos efectos fueron parcialmente compensados por el incremento en los servicios de viajes y servicios financieros.
Fuente: Diario Estrategia
Imagen: Portfolio
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