La promulgación del tratado supone la desgravación inmediata de alrededor de 1.200 productos.
Chile se ha incorporado oficialmente este martes al Acuerdo de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés), la ambiciosa red de libre comercio que conecta a 11 países a ambas orillas del Pacífico, también conocida como TPP11. Tras casi cinco años de tramitación, el Gobierno de Gabriel Boric ha anunciado la entrada en vigor del polémico pacto comercial que su coalición, el Frente Amplio, rechazó en el Congreso. Con la promulgación del tratado, alrededor de 1.200 productos van a ser sujetos de desgravación. “En algunos casos va a beneficiar nuestras exportaciones hacia los países que son miembros del tratado y en otros casos nosotros vamos a poder importar a un menor costo algunos productos”, ha explicado esta tarde el ministro de Economía, Mario Marcel.
El país sudamericano es la décima economía en convertirse en miembro pleno del acuerdo impulsado en 2018, bajo el segundo Gobierno de Michelle Bachelet. Los otros países que forman parte del cuarto tratado de integración más grande del mundo son: Australia, Canadá, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam y Brunei Darussalam. Solo falta que este último lo ratifique. En conjunto, representan el 12,2% de la economía mundial. Otros países han mostrado su interés en integrarse o han presentado la solicitud formalmente. El más avanzado es Reino Unido, que está trabajando para convertirse este año en el primer miembro europeo del bloque en incorporarse y, según ha informado la Administración británica, “las negociaciones avanzan bien”.
Con la entrada en vigor del CPTPP, habrá rebajas en alrededor de 3.000 líneas arancelarias: 1.228 subpartidas o productos, de las cuales un 48% pertenecen a manufactura, 33% al rubro agropecuario y 15% a pesca y acuicultura. En 2022, el 14% de la exportación chilena fue con destino al resto de los países miembros del tratado. Los 10 países representan cerca del 34% del stock de la inversión extranjera en Chile a 2021 y un 31% de las inversiones chilenas en el exterior.
La noche de este lunes fue la primera vez que Chile participó como miembro pleno en una reunión virtual de altos oficiales del CPTPP, coordinada por Nueva Zelanda como país anfitrión, según informó la Cancillería chilena. Durante el encuentro se abordaron los ejes estratégicos del tratado para este año, como la economía verde, el comercio electrónico y la integración de nuevos miembros.
El Subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, José Miguel Ahumada, contrario a ciertos aspectos del acuerdo, sostuvo este martes que el departamento que lidera evaluará el impacto del tratado en la matriz exportadora, “enfatizando el análisis de productos con mayor contenido tecnológico, temáticas medioambientales, género y comercio y la inclusión de las pequeñas y medianas empresas”.
Ahumada ha insistido que el acuerdo produce ganancias comerciales “marginales” y ha trabajado con los otros países miembros para excluir a Chile de los mecanismos de resolución de controversias entre inversionistas y Estados incorporados en el texto. El viernes pasado, Chile y Nueva Zelanda firmaron una carta bilateral (side letter, en inglés) que deja sin efecto el mecanismo. México y Malasia también se han comprometido a hacer lo propio. “La Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei) continuará trabajando en conjunto con sus socios comerciales al interior del CPTPP y en otros espacios bilaterales y multilaterales para reformar sustantivamente los mecanismos de solución de controversias entre inversionistas y Estados, con el fin de proteger la autonomía estratégica del Estado”, sostuvo este martes la Subrei en un comunicado.
En 2019, la Cámara de Diputados aprobó el ingreso de Chile al tratado con 77 votos a favor y 68 en contra. La derecha en bloque y algunos pocos miembros de la Democracia Cristiana, del Partido Radical y del Partido Socialista le dieron luz verde al proyecto para continuar la tramitación en el Senado. El grueso de los parlamentarios de izquierda, entre ellos el entonces diputado Gabriel Boric, lo rechazaron argumentando posibles efectos negativos en los intereses chilenos en materia laboral, medioambiental y agrícola.
El Senado aprobó el ingreso en octubre del año pasado con 27 votos a favor y 10 en contra. “Muchos en aquel momento pusieron en duda el compromiso del Gobierno en cuanto a la ratificación oficial, el depósito del instrumento y la entrada en vigencia”, afirmó esta tarde el ministro Marcel en alusión a las críticas que se hicieron por la lentitud de la ratificación. “A poco de iniciarse el año, ya tenemos la entrada en vigencia de este tratado que es muy importante. Muchos de los temores, aprensiones y desconfianzas de aquella época quedan en buena medida desmentidos por la realidad de lo que está ocurriendo”, añadió.
Fuente: El País
Imagen: Pixabay
Agregar Comentarios