El sector ferroviario de Chile se encuentra en una encrucijada crítica tras uno de los accidentes más trágicos de las últimas décadas. A solo cuatro días del incidente que cobró la vida de dos trabajadores y dejó a otros nueve heridos, la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) se enfrenta a una paralización total de actividades. Este lunes, 24 de junio, los trenes del servicio Alameda-Nos, así como los de EFE Valparaíso y EFE Sur, permanecerán inactivos debido a una huelga iniciada por la Federación Nacional Ferroviaria de Tracción. La causa de este paro es una profunda preocupación por la seguridad y las condiciones laborales tras el fatal accidente en San Bernardo.
La madrugada del 20 de junio, un tren de EFE en pruebas de velocidad chocó con un convoy de la empresa Ferrocarril del Pacífico S.A. (Fepasa), resultando en la muerte de dos trabajadores y dejando heridos a otros nueve, incluidos cuatro hombres de origen chino. Este accidente, considerado uno de los más graves en la historia reciente del país, no solo dejó una estela de dolor y conmoción, sino que también expuso profundas falencias en la infraestructura y gestión ferroviaria.
El sábado siguiente, el maquinista del tren y el encargado de control de la vía fueron formalizados por cuasidelito de homicidio y quedaron bajo arresto domiciliario nocturno. Este trágico suceso desencadenó una serie de protestas y demandas de los trabajadores ferroviarios, quienes exigen mejoras inmediatas en las condiciones de seguridad y operacionales.
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En un comunicado oficial, la Federación de Transporte Ferroviario de Carga y Pasajeros expresó su frustración: “Desde el día jueves hemos mantenido conversaciones con la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) y lamentamos informar que esta, como administrador y mantenedor de las vías férreas de nuestro país, no ha sido capaz de garantizar la seguridad del tráfico ferroviario”. La federación anunció que la paralización continuará hasta que se implementen medidas concretas para garantizar la seguridad de los trabajadores y usuarios.
El gobierno, a través del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), ha implementado un plan de contingencia para mitigar el impacto de la paralización. Este plan incluye el despliegue de 56 buses de refuerzo en la Región Metropolitana, con rutas que conectan las estaciones afectadas de EFE con las paradas del Metro. Además, se han reforzado los servicios de transporte público con más trenes en las líneas 1 y 2 del Metro de Santiago.
Conocedores del ambiente interno de la federación señalaron que la solicitud de mejoras en seguridad se arrastra desde hace años, pero el accidente reciente ha cambiado drásticamente el panorama. Los maquinistas, aseguran, no buscan perjudicar a los usuarios. De hecho, todos estaban disponibles en las estaciones de trabajo para reactivar sus funciones de inmediato en cuanto se alcanzara un acuerdo con EFE.
EFE, por su parte, se ha mostrado dispuesta a dialogar. “Respecto de las personas que usan nuestro servicio y que entendemos que podemos causar una dificultad, vamos a buscar soluciones que sean complementarias y que puedan satisfacer este traslado de personas”, indicó un vocero de la empresa. Además, se comprometieron a seguir trabajando para reanudar las operaciones lo antes posible.
En la región del Biobío, EFE Sur, a través del Biotrén Línea 2, operó con trenes en hora punta mañana y tarde cada 15 minutos, cubriendo una demanda del 50% de un día normal de horario punta. En EFE Valparaíso, se dispusieron 55 buses que hicieron el recorrido Puerto, Villa Alemana, El Belloto, Quilpué, Viña del Mar, Francia y Puerto, con refuerzos adicionales en las horas punta.
El ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, destacó la importancia del plan de contingencia: “Hasta el momento, lo que observamos es un plan de contingencia que, por supuesto, es mejorable, pero que pudo ofrecer un nivel de servicio que permitió que personas que necesitaban movilidad pudiesen haber tenido su servicio, para poder llegar a sus destinos”.
La reciente interrupción del servicio del RUNT plantea una cuestión más amplia: ¿se trata de un fallo técnico aislado o un indicio de una deficiencia estructural en la infraestructura de transporte del país? La situación actual del sector ferroviario sugiere lo segundo. Las demandas de los trabajadores por mejores condiciones de seguridad y operacionales no son nuevas, y el accidente de San Bernardo es solo la manifestación más reciente y trágica de problemas persistentes.
La tragedia de San Bernardo y la subsiguiente paralización del servicio ferroviario son un llamado urgente a la acción. Es imperativo que EFE y el gobierno aborden las deficiencias en seguridad y mejoren las condiciones laborales para evitar futuras tragedias y garantizar un servicio ferroviario seguro y eficiente para todos los chilenos. La seguridad en el transporte no es solo una cuestión técnica, sino un derecho fundamental que debe ser garantizado para todos.
Fuente: LT
