En el Día Internacional de la Logística amerita una reflexión para entender cuáles serán esas tendencias y exigencias para una mejor planificación.
Sin dudas, la planificación será un desafío crítico este año. Somos testigos de esfuerzos relevantes de muchas empresas que buscan liberar espacios en sus centros de distribución, hoy colapsados luego de una disminución muy fuerte en la demanda de ciertas líneas de productos, lo que genera un cambio en la planificación de demanda. Si bien el paso lógico es bajar el volumen de compras, esto puede ser un arma de doble filo, considerando la situación de China en términos de la pandemia, así como en los Lead Times de reaprovisionamiento.
En la misma, cobra relevancia la regionalización, aspecto que representa un desafío para las áreas de compra en Chile y para los nuevos proveedores que puedan ser contratados en la región, de modo de asegurar sus cadenas de suministro. Hoy es habitual observar en Chile productos colombianos, brasileños, argentinos o mexicanos que, hasta hace unos meses, solían ser adquiridos en China o India, situación que debería profundizarse si las restricciones por Covid en China continúan manteniéndose.
La negociación con proveedores logísticos será otro aspecto importante. Si bien la tendencia alcista del IPC se está ralentizando, seguramente su efecto continuará por un tiempo. Adicionalmente, hay aún nuevos costos que no han sido trasladados a precio, especialmente en términos de la renovación de equipos o activos, como pueden ser camiones, montacargas u otros equipamientos.
Otro reto será la disponibilidad de recursos para la distribución. Continuamos observando una tendencia fuerte en el crecimiento del déficit de conductores profesionales, el cual ya se calcula en más de 15.000 a nivel nacional. Adicionalmente, dentro de los centros de distribución, estamos observando que continúa habiendo déficits de personal especializado en la operación de ciertos equipos.
En cuanto a la sustentabilidad, tanto empresas distribuidoras como operadores logísticos deberán considerarla en su planificación. En marzo de 2023 entra en vigencia en Chile la norma Euro VI para la importación y homologación de vehículos Diésel, lo cual levanta la vara, una vez más, en término de los vehículos utilizados, así como del combustible que deberá ser comercializado en el país, el que corresponde a Diésel con solo 10ppm de azufre.
Por último, no perdamos de vista la electromovilidad que sigue rompiendo mitos en cuanto a autonomía y velocidad de carga. Este factor sigue siendo muy interesante para muchas empresas, especialmente en términos de distribución urbana, aunque supone incertidumbre en cuanto a la capacidad de generación, almacenamiento y/o carga de energía en nuestros centros de distribución.
Vemos este 2023 como otro año exigente para las cadenas de suministro, en el que el efecto pandemia continuará apareciendo. Seamos cautos con el efecto látigo, en el que los inventarios desaparecen con fuerza para luego volver a aparecer todo de una vez. Este será un año para observar bien el comportamiento económico y tomar decisiones inteligentes.
Fuente: El Mostrador
Imagen: Pixabay
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