La movilización de carbón vegetal (UN 1361) enfrentará próximamente regulaciones más estrictas, con el objetivo de mitigar los riesgos que esta mercancía representa en la cadena logística global. La Organización Marítima Internacional (OMI) ha actualizado el Código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas (IMDG), introduciendo cambios esenciales que buscan evitar incidentes graves, como los incendios en buques portacontenedores, asociados a fallos en la declaración y consolidación de esta carga.
Estos nuevos lineamientos, respaldados por organismos como el World Shipping Council (WSC), el International Group of P&I Clubs, y el TT Club, marcan un antes y un después en la gestión de este tipo de mercancía peligrosa. Las disposiciones más relevantes están orientadas a fortalecer la seguridad, optimizar los procesos y garantizar el cumplimiento normativo en toda la cadena de suministro.
Puntos Clave de las Nuevas Normas
1. Declaración Obligatoria como Mercancía Peligrosa
A partir de estas actualizaciones, todo embarque de carbón vegetal deberá ser declarado como “Mercancía Peligrosa”, eliminando las disposiciones especiales 925 y 223. En su lugar, se introduce la Disposición Especial 978, que no contempla exenciones para esta declaración. Esto asegura que todas las partes involucradas tengan claridad sobre el nivel de riesgo asociado.
2. Tratamiento Previo al Embalaje
El carbón vegetal deberá someterse a un proceso de meteorización posterior a su producción, o a un tratamiento específico tras la pirólisis. Este procedimiento es obligatorio, a menos que la autoridad competente lo indique de otra manera, garantizando que el material se encuentre en condiciones seguras para su transporte.
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3. Control de Temperatura y Requisitos de Embalaje
Se establece que la temperatura del carbón vegetal no debe superar los 40 °C al momento del embalaje. Además, se han ajustado las especificaciones para los materiales de embalaje, mientras que se mantiene la prohibición del transporte a granel en contenedores. Estas medidas buscan minimizar riesgos asociados al calor y la combustión espontánea.
4. Estiba en Unidades de Transporte de Carga (UTC)
Para garantizar una manipulación segura, se deben mantener 30 cm de espacio entre la carga y la parte superior del contenedor. Adicionalmente, se establecen dos opciones para la disposición interna:
- La altura de estiba no debe superar los 1,5 m.
- Los bloques de bultos no deben exceder los 16 m³, manteniendo un espacio mínimo de 15 cm entre ellos.
Estas regulaciones exigen una coordinación precisa entre los propietarios de la carga y las navieras para evitar errores y posibles sanciones.
Impacto en el Sector y Recomendaciones
La implementación de estas normas supone un reto significativo para los actores de la industria logística. Desde productores hasta transportistas, todos deberán alinear sus procesos para cumplir con la enmienda 42-24 del Código IMDG. Entre las recomendaciones clave para el sector destacan:
- Capacitación Obligatoria: Todo el personal involucrado deberá estar formado según las directrices del Capítulo 1.3 del Código IMDG, asegurando un manejo adecuado y conforme a la normativa.
- Cumplimiento del Código CTU: Las prácticas de embalaje deben seguir los lineamientos establecidos en el Código IMO/ILO/UNECE para unidades de transporte de carga.
- Declaración Precisa: La documentación debe ser clara y precisa para evitar sanciones, retrasos e incidentes durante el transporte.
- Colaboración con Navieras: Es crucial coordinar con las navieras para garantizar que el transporte se realice en condiciones óptimas, ajustadas a las nuevas disposiciones.
Estas regulaciones representan un avance significativo hacia una cadena de suministro más segura y eficiente, al abordar los riesgos inherentes al transporte de carbón vegetal. Aunque el cumplimiento de estas normativas supone un desafío inicial para el sector, los beneficios a largo plazo son evidentes: reducción de accidentes, mayor confianza en las operaciones y una mejor reputación para los actores involucrados.
El transporte de mercancías peligrosas, como el carbón vegetal, es una tarea compleja que requiere rigor y precisión. Con estas nuevas disposiciones, la industria está dando un paso importante para garantizar la seguridad, protegiendo tanto a las personas como al medio ambiente. A medida que estas normativas entren en vigor, el sector logístico deberá adaptarse, demostrando una vez más su capacidad para evolucionar y enfrentar los desafíos del comercio global.