La restricción vehicular ha sido una medida clave en el Plan de Gestión de Episodios Críticos (GEC) del Ministerio de Medio Ambiente, destinada a mejorar la calidad del aire en áreas urbanas. Aunque aún no se han proporcionado detalles específicos sobre la restricción vehicular para 2024, podemos basarnos en años anteriores para tener una idea de lo que podría esperarse.
Según la experiencia del año anterior, los vehículos afectados por la restricción incluyeron automóviles sin sello verde, motocicletas anteriores al 2002, buses de transporte privado remunerado, vehículos de transporte de carga sin sello verde, entre otros. Además, se establecieron restricciones para vehículos con sello verde inscritos antes de ciertas fechas, como el 1 de septiembre de 2011 para automóviles y el 1 de septiembre de 2010 para motocicletas.
¿Cuándo comenzará la restricción vehicular en 2024?
Aunque aún no se ha anunciado oficialmente la fecha de inicio de la restricción vehicular para 2024, es probable que siga un patrón similar a años anteriores. Históricamente, esta medida ha comenzado el 1 de mayo y ha concluido el 31 de agosto. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta información está sujeta a cambios según la decisión final de las autoridades.
En 2023, la restricción vehicular se extendió desde el anillo de Américo Vespucio hasta toda la provincia de Santiago, incluyendo comunas como Puente Alto y San Bernardo. Para vehículos con sello verde inscritos antes de ciertas fechas, se aplicaron restricciones diarias de dos dígitos.
Opinión: ¿Es efectiva la restricción vehicular?
Si bien la restricción vehicular es una medida importante para combatir la contaminación del aire, también genera debate entre la población. Algunos argumentan que es necesaria para proteger el medio ambiente y la salud pública, mientras que otros la consideran una restricción injusta a la movilidad y la libertad individual.
En última instancia, es crucial que las autoridades comuniquen claramente los detalles de la restricción vehicular, brinden alternativas de transporte público eficientes y consideren el impacto en la población, especialmente en aquellos que dependen de sus vehículos para desplazarse diariamente. La colaboración entre el gobierno y la ciudadanía es fundamental para encontrar soluciones equitativas y sostenibles para mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades.
Fuente: AS
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