En un movimiento que apunta a mejorar la calidad de vida en Santiago, el uso de buses eléctricos ha demostrado ser un paso significativo hacia una ciudad más limpia y menos ruidosa. Según los informes presentados por los ministerios de Transportes, Medio Ambiente y Vivienda, se registró una reducción del ruido en un 44% en la Alameda durante la hora punta de la mañana y un 40% durante la tarde. Además, en San Miguel, la disminución alcanzó un notable 45% en el eje Santa Rosa con Mataveri.
El ministro de Transporte, Juan Carlos Muñoz, destacó el impacto positivo de los buses eléctricos en la reducción de la contaminación y el ruido en la ciudad. Señaló que esta medida no solo beneficia al medio ambiente, sino que también mejora la calidad de vida de los habitantes de Santiago, especialmente de las mujeres, que son las principales usuarias del transporte público.
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Por su parte, la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, subrayó la importancia de monitorear el ruido como un contaminante invisible que puede afectar la salud de la población. Destacó el papel crucial de la electromovilidad en la lucha contra el cambio climático y en la creación de ciudades más limpias y menos ruidosas.
El ministro de Vivienda, Carlos Montes, resaltó que los buses eléctricos son un gran aporte para mejorar las condiciones de vida de los habitantes. Además, destacó las medidas tomadas en la construcción de viviendas para reducir la contaminación acústica.
Este estudio refuerza la posición de Santiago como líder mundial en flota eléctrica, solo superada por ciudades chinas. Con cerca de 2,500 buses eléctricos en circulación y planes para aumentar esta cifra, la ciudad continúa avanzando hacia un futuro más sostenible y amigable con el medio ambiente. Sin embargo, queda por ver cómo se mantendrá esta tendencia y qué otros desafíos podrían surgir en el camino hacia una ciudad más verde y tranquila.
Fuente: Diario UCHILE