La reciente revisión del reglamento por parte de la Contraloría, en el marco de la Ley Uber, impondrá requisitos más estrictos sobre licencia de conducir, antigüedad del vehículo, y cilindrada máxima para los conductores de aplicaciones de transporte en Chile, potencialmente afectando a miles de trabajadores del sector, señala un artículo Carlos Alonso publicado en La Tercera.
La ley, que busca regularizar el servicio ofrecido por aplicaciones como Uber, exigirá la inscripción de conductores y vehículos en los primeros seis meses de vigencia, con la posibilidad de suspensión de nuevas inscripciones después de 18 meses. Un cambio significativo aumenta la antigüedad máxima permitida de los vehículos de 7 a 10 años y establece una cilindrada mínima de 1,4 litros, además de requerir licencias profesionales para los conductores después de 12 meses de la entrada en vigor de la ley.
Un estudio del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica revela que solo el 15,5% de los 107.500 conductores de aplicaciones móviles en diciembre de 2023 cumplían con los nuevos requisitos, lo que sugiere que cerca de 40 mil conductores podrían verse afectados inmediatamente por las regulaciones sobre antigüedad y cilindrada del vehículo.
Además, el análisis proyecta un impacto más extenso en el empleo, potencialmente afectando hasta 88 mil conductores que no logren obtener la licencia profesional en el plazo establecido, destacando la rigidez que la ley impone al mercado laboral flexible que caracteriza a este sector.
Expertos critican la decisión de congelar el registro de conductores por 18 meses, argumentando que limita la flexibilidad laboral y la competitividad en el sector, además de desincentivar inversiones futuras. La regulación, diseñada para mejorar la seguridad y calidad del servicio, podría tener consecuencias significativas en la dinámica de empleo y competencia en el transporte por aplicaciones.
Fuente: paislobo.cl
Imagen: Diarioconcepcion
Agregar Comentarios